Una agencia SEO es aquella que, aunque conoce los fundamentos del marketing digital y es consciente de todas las disciplinas que lo componen, se dedica en exclusiva a desarrollar estrategias SEO para aquellos clientes que buscan posicionar en buscadores.
Pero ¿cuáles son exactamente las funciones que desarrollan este tipo de agencias? ¿En qué consisten? Y, por supuesto, ¿cuál es la importancia de todas ellas?
En este post analizamos el trabajo de una agencia SEO, diseccionamos cada una de estas funciones y te contamos cómo trabajamos para alinearlas con tu negocio.
Sin estrategia no hay crecimiento
La parte más importante de una agencia SEO es saber diseñar una estrategia. Es decir, guiar al cliente hacia una estrategia lo más definida posible para poder seguirla durante el tiempo de trabajo en el proyecto.
El trabajo de un SEO no consiste en implementar acciones prefabricadas para todos sus clientes. Esto es una rutina en la que no se debe caer. Cada cliente tiene unas necesidades propias porque tienen su propia estrategia, así que planificar las mismas acciones para todos es un error.
Generalmente, es algo que se hace de forma automática y sin entender qué necesidades hay detrás.
Dentro del trabajo de un SEO está meterse de lleno en el negocio de cada cliente y analizarlo desde dentro; y, con ayuda de los diferentes equipos dentro del cliente, plantear una estrategia en base a una serie de aspectos.
Qué hay que tener en cuenta a la hora de elaborar una estrategia SEO
El SEO es un medio para conseguir los objetivos empresariales; es imprescindible que los profesionales SEO conozcan cuáles son esos objetivos para poder actuar acorde a ellos. De esta manera, podrán atacar las intenciones de búsqueda por las que el cliente quiere que le encuentren.
Otro de los aspectos importantes que hay que conocer es el público objetivo. La mejor manera de enfocar las acciones y la estrategia en general es alineándolas con el target. Sin saber quién es el público, bien sea general del sitio web o específico de un vertical o producto, es más difícil saber cómo debe ser la comunicación con ese cliente.
Sin conocer el negocio, y estar involucrado en él, y el producto –si se trata de un producto estacional o no, cuál es el ticket medio, si es un producto muy vendido, si es nuevo o no, etc.–, es muy complicado crear una estrategia acorde. Por ejemplo, si es un producto o servicio estacional –de verano–, va a servir de muy poco trabajarlo cuando la temporada acaba de finalizar; debe verse todo ello con perspectiva para anticiparse a la temporada del producto o servicio.
Por último, cada estrategia debe ir acorde con el tamaño y el presupuesto del cliente. No se trabaja igual con un ecommerce grande que tiene gran cantidad de productos y de verticales que con una tienda online pequeña que vende muy pocos productos.
Coordinación de departamentos
El SEO que desarrolla una agencia externa a cada cliente no solo depende de la agencia, ni tampoco de un solo departamento interno. Son varios los departamentos que pueden –y deben– estar implicados en el proceso. En el SEO deben intervenir, al menos, el departamento de dirección de negocio, el departamento de marketing y el departamento de desarrollo.
Entre ellos, deberán determinar la prioridad de las acciones. La forma de hacerlo parece sencilla, pero hay que tener muchos factores en cuenta. Los más importantes son el impacto que las acciones vayan a tener sobre el proyecto y el coste de las mismas.
Por ejemplo, se puede proponer una acción que vaya a repercutir positivamente en el proyecto, pero que el cliente no pueda asumir su coste.
Por eso es importante saber cuál es el límite de lo que el cliente puede asumir y de los objetivos que se han marcado. Y, en base a ello, establecer un equilibrio entre ambos puntos.
La coordinación entre departamentos también es muy útil a la hora de entregar informes de evolución al cliente. Estos informes son mucho más tangibles cuando se vinculan con los objetivos de negocio, de forma que el cliente pueda entender la evolución de manera más precisa.
Visión a largo plazo
La visión estratégica de las acciones que se deben realizar en un sitio web está relacionada con la repercusión que tendrán dichas acciones en el largo plazo. Por eso, en SEO no se hacen acciones “por hacer”, sino que deben tener una visión a futuro que nos lleve donde queremos.
Por ejemplo, antes de implementar una acción sobre un sitio web, es importante saber si en el futuro se podrá seguir trabajando sobre ella. Es decir, que las acciones que estás implementando hoy no supongan un problema en el futuro.
Otros canales
Por último, es importante saber que una estrategia SEO puede funcionar por sí misma, pero será mucho más efectiva si se combina con otros canales de marketing. Uno de los más importantes es el SEM, que funciona muy bien para clientes con una estacionalidad muy marcada, que buscan las primeras posiciones en la temporada alta de sus productos –jugueterías o perfumes en Navidad, viajes en verano…–.
El objetivo es intentar que la estrategia SEO esté coordinada con el resto de acciones, y todo ello, a su vez, lo esté con la estrategia de negocio.
Analizar, analizar, analizar
Hacer un análisis riguroso de la evolución del proyecto es esencial para saber si la estrategia está funcionando o no. Además, es recomendable llevar un control, en el que registres todas las acciones para que puedas aislar los errores al máximo.
Es decir, si hay una bajada o una subida muy fuerte en un punto, lo ideal es que se pueda consultar el registro de acciones para saber qué se hizo en ese punto y analizar si pudo afectar o no al cambio de tendencia.
En definitiva, una agencia de SEO, o un consultor SEO, debe tener en cuenta multitud de aspectos antes de empezar a trabajar con un cliente. Y no solo eso, sino que también debe tenerlos en cuenta durante el periodo de trabajo con el cliente, de forma que ambos vayan por el mismo camino hacia los objetivos SEO que se hayan marcado en conjunto.
